Israel
canta por las tardes en un coro. De camino se come una pera y sueña
con ir clases sobre un burro. Su tío Enrique vive por los
alrededores del pueblo, en una casa rústica y llena de animales.
Tiene una risa muy contagiosa y suele llevar una gorra marrón.
En
enero fui a la feria y me subí en la noria. Fue muy divertido y me
reí muchísimo. Desde arriba todo se veía muy pequeñito. Al bajar
de la noria me quedé enredado con una cuerda y mi madre mi ayudó
con una sonrisa. Después fuimos a un estanque con muchas ranas y
lleno alrededor de un jardín de rosas. El lugar era precioso y me
acurruqué sobre mi madre.
Mi
tío Ernesto es un hombre muy honrado. Cultiva la tierra y siempre
lo ves con una carretilla. Todas las mañanas sale a correr antes de
empezar con sus labores y desayuna cereales para reponer fuerzas.
Hace una mermelada de moras riquísimas. El otro día me regaló un
tarro.
A
Raquel le han regalado un loro. Tiene las plumas verdes y rojas. Su
hermana Sara, que es rubia, le ayuda a cuidarlo. Las dos niñas lo
acarician y lo ponen sobre sus rodillas. Al loro le encantan los periquitos, pero tiene miedo de las arañas y de los perros.